viernes, 23 de diciembre de 2011

Balotelli, príncipe de la extravagancia

Hoy en Blog de los Jugones repasamos la figura de Mario Balotelli. Siciliano de nacimiento y africano de origen, 'Supermario' hace gala de su dualidad extrema. A un lado de la balanza tenemos su don con el balón en los pies. Pocos jugadores en el mundo atesoran tanta técnica dentro de semejante portento físico. Capaz de maravillar a cualquier aficionado al fútbol cuando su cabeza sólo está por y para el fútbol En su lado oscuro y negativo tenemos a una persona extravagante, irreverente y egocéntrica. Capaz de ganarse el odio y rechazo de su propia afición. Para lo bueno y lo malo, Balotelli es un genio, un jugador fantástico que ya nos ha dejado suficiente material para escribir su biografía. Rubén Uría, una de las mejores plumas de nuestro periodismo, nos desgrana en el "Jot Down Cultural Magazine" lo mejor y lo peor de Balotelli, príncipe de la extravagancia.

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Rubén Uría: "Balotelli, príncipe de la extravagancia"

‘‘Profesionalidad, esfuerzo y humildad”. Esas eran las tres palabras que aparecían grabadas en el colgante de oro que su señora madre le regaló a Mario Balotelli (Palermo, Italia, 12 de agosto de 1990) para inculcarle los valores que debían acompañarle en su nueva experiencia en la Premier League, después de su escandalosa y traumática salida de Italia. Profesionalidad, esfuerzo y humildad. Tres asignaturas pendientes para un goleador tan carismático como excéntrico, tan irrespetuoso como potente, tan caprichoso como especial. Él, a cambio, correspondió el cariño de su madre obsequiándole con un gato. (‘¿Veis cómo, en el fondo, soy un buen chico?’). Así comenzaba la aventura inglesa de ‘SuperMario’ Balotelli, a razón de 3.5 millones de euros netos al año. Nada más aterrizar en la Premier, su fichaje conmocionó Inglaterra y dividió a la opinión pública. Carlo Ancellotti, técnico del Chelsea, fue explícito con las posibilidades de un talento tan extravagante en Las Islas: ‘No está bien de la azotea, diría que está un poco loco, pero con su fichaje, el City puede ganar la Premier’. Su entrenador, Roberto Mancini, fue más diplomático: ‘Si trabaja con seriedad será unas de las grandes figuras del campeonato, estoy seguro. La respuesta es suya’. Balotelli respondió con goles, pero sin seriedad. ‘No sé tomarme la vida en serio, es demasiado corta como para ser un tipo serio’. Sus estrafalarios cortes de pelo (look rubio platino, rapado con motivos maoríes, cresta con signos de la cultura china, y el más famoso, su peinado cepillo estilo mohicano), su dudoso gusto por la fama (su gorro-guante, sus camisetas pro-violentas), sus accidentes de tráfico y sus multas (más de 10.000 libras y subiendo), sus tórridos romances (modelos, cantantes y actrices porno), su extravagancia en el césped (se pasó diez minutos peleándose con un peto), su fama de pendenciero (pregunten a Micah Richards o a los hinchas del Dinamo), su relación de amor-odio con los entrenadores (‘Mourinho es el mejor, pero tiene que aprender modales’) y su ilimitado ego (‘Sólo hay un futbolista algo mejor que yo, Messi, los demás están por debajo’). Amado y odiado, siempre en el ojo del huracán y pésimo relaciones públicas de sí mismo, Mario Balotelli es un icono del fútbol mundial que trufa su carrera de show y goles. Huye de esos valores que su madre le quiso recordar, la profesionalidad y el esfuerzo. Y si la humildad le persiguiera, él sería mucho más rápido. Así es ‘SuperMario’, el chico malo que promete enderezarse y ser bueno, sin conseguirlo jamás. Encantado de haberse conocido, Mario Balotelli no deja indiferente a nadie. Forbes le dedicó un reportaje especial donde decía que era ‘el hombre más interesante del fútbol, porque asegura goles y escándalos’.

Con apenas 24 meses de edad, sus padres, Thomas y Rose Barwuah, supieron que su hijo no sería un niño como el resto. Mario sufría graves problemas intestinales, con una infección muy seria que ponía en riesgo su vida. Su familia, en el umbral de la pobreza, no disponía de los suficientes recursos económicos para combatir una enfermedad que amenazaba con llevarse al pequeño Mario al otro barrio. Pero Mario, acostumbrado a luchar desde el primer minuto de vida, superó su infección y salvó la vida. Impulsados por la necesidad de encontrar un futuro mejor, los Barwuah decidieron viajar hasta Italia, instalándose en Brescia. Allí tampoco les fue mucho mejor. Malvivían en condiciones penosas y pasaban penurias económicas, por lo que tomaron la decisión de entregar a su hijo a los servicios sociales italianos, con la esperanza de que alguna familia se hiciera cargo de su pequeño. Así fue. Los Balotelli entraron en escena y se hicieron cargo de aquel niño de color y lo adoptaron, como un miembro más de su familia. Tras la intervención de los tribunales locales de Brescia, Mario Barwuah pasó a ser Mario Balotelli, el hijo legal de Francesco y Silvia, que le dieron su apellido. En el hogar de los Balotelli encontró amigos, disfrutó de un plan de estudios y descubrió su irrefrenable pasión por el fútbol, deporte nacional italiano. Su potencia, su calidad y su planta de atleta le sirvieron para destacar sobremanera con apenas 14 años. Sin embargo, su condición de inmigrante le cerró las puertas de las convocatorias de la selección azzurra en categorías sub-15 y sub-17. En esa época, el Barça puso sus ojos en él, pero no acabó de dar el paso definitivo para poder contratarle cuando apuntaba a estrella emergente, a pesar de que llegó a posar con una camiseta azulgrana tras un recital goleador. Años después, cuando sus padres biológicos aparecieron en escena y contactaron a varios abogados para recuperar la custodia de su hijo, fueron rechazados por Mario, que llegó a insinuar que el repentino interés de sus padres ghaneses era puramente económico. Cuando alcanzó la mayoría de edad, se nacionalizó italiano, a todos los efectos, y pudo formar parte de la squadra azzurri, a pesar de las súplicas que su país de origen, Ghana, le hizo llegar para formar parte de su combinado nacional.

Catalogado como uno de los delanteros con más futuro del mundo, Mario Balotelli vivió una relación de amor-odio con el entrenador del Inter, José Mourinho. Nada más llegar, el luso puso el acento en la enorme calidad de su delantero y en las prestaciones que podía darle al equipo si mantenía la cabeza sobre los hombros. No fue así, porque Balotelli tuvo la cabeza en todos los sitios, menos donde reclamaba un entrenador tan ganador y profesional como Mourinho. Prueba de ello, uno de sus episodios más grotescos y disparatados, cuando fue detenido por los carabinieri por ir disparando a los transeúntes con una pistola de juguete mientras conducía su lujoso Audi por la ciudad de Il Duomo. O aquella bronca pública con el capitán de la Roma, Francesco Totti, al que llegó a decirle: ‘Abuelo, estás acabado’, defendiéndose de una presunta provocación anterior de tipo racial, según versión de Balotelli. Su futuro en el Inter se truncó cuando Mourinho intentó enterrar su carácter infantil a base de mano dura. Cansado del díscolo ‘SuperMario’, Mou le instó a trabajar más y hablar menos. El conflicto abierto se agravó cuando Balotelli acudió a Striscia la notizia, un programa satírico Canale 5, propiedad de Silvio Berlusconi. El presentador entregaba un premio a ‘SuperMario’ y una camiseta del Milán. La sorpresa llega cuando Balotelli, de golpe y porrazo, decide colocarse la camiseta del Milan, enemigo acérrimo del Inter, el equipo que le paga. Toda Italia sabía que Balotelli siempre se había declarado seguidor rojinegro, pero la estampa del delantero del Inter con la elástica de los de Berlusconi provoca sarpullidos en la afición interista, que reniega de su estrella. Todo empeora cuando Balotelli, según varios periódicos locales de Milán, apaga el fuego con gasolina: tas una acalorada discusión con Mourinho en el vestuario, ‘Locatelli’ hace honor a su apodo y se dedica a cantar, en voz alta y con aspavientos, en la cara de su entrenador, el himno… del Milán.

Decenas de pancartas con el lema ‘traidor’ pueblan las gradas del Giusseppe Meazza y Mourinho le hace la cruz. ‘Mario tiene un carácter que le hace perder el respeto por los demás’. La atmósfera se vuelve irrespirable cuando el delantero, en su enésima salida de pata de banco, vuelve a arremeter contra su entrenador: ‘No pienso pedirle perdón por nada de lo que he hecho o dicho’. Sólo 24 horas después de su órdago, el Inter publica un comunicado oficial donde Balotelli, apartado del equipo y fuera de las convocatorias, se desdice y pide, por primera vez (y quizá última), perdón. ‘Me disculpo por la situación. Soy el primero en sufrir por ello porque adoro el fútbol y querría jugar. Ahora espero en silencio para poder volver a ser útil a mi equipo’. Mourinho le devolvió a la disciplina de grupo días después, pero el club ya sabía que tenía una bomba de relojería en su vestuario. Y detonó en semifinales de la Champions, donde el Inter derrotaba al Barça, en una noche en la que Balotelli entró cuando restaban quince minutos para el final. Después de perder un par de balones absurdos, la hinchada comenzó a increparle y ‘Locatelli’ respondió a su manera. Cuando acabó el partido, se quitó la camiseta del Inter y la tiró al césped. El gesto, recogido por todas las cámaras, provocó la reacción de Marco Materazzi, capitán interista y uno de los jugadores más sucios y violentos del Calcio, que persiguió a Balotelli hasta los vestuarios, con el ánimo de agredirle, por su comportamiento ante la afición. ‘Jamás vi tan fuera de sí a Marco (Materazzi), creímos que iba a matar a Balotelli’. El asunto se zanjó con una frase lapidaria de Mou: ‘Este chico, Balotelli, ha perdido la cabeza’. Sus días en Milán estaban contados. Había que traspasarle como fuera. No los jugadores ni Mourinho querían saber nada más de sus faltas de respeto continuas. Entonces apareció el Manchester City. Un nuevo rico que, a golpe de talonario y petrodólares, estaba dispuesto a ser una Torre de Babel fastuosa, una colección de cromos capaz de aspirar a ganar la Premier League. Un ejecutivo del City sondeó el mercado y levantó el teléfono para preguntar al nuevo dueño, el magnate Mansour bin Zayed Al Nahyan, máximo accionista del Abu Dhabi United Group. El jeque fue explícito: ‘¿Balotelli? Nos lo quedamos’. Y se lo quedaron, por 28 millones de euros.

En agosto de 2010, Balotelli recibía su primera llamada de la selección italiana absoluta, después de varias actuaciones con la Sub-21. Cesare Prandelli le convocaba para un amistoso ante Costa de Marfil y debutaba en el Upton Park de Londres, convirtiéndose en el tercer jugador de origen africano en jugar para Italia, junto a Favio Liverani y Matteo Ferrari. Prandelli, como Mourinho, también pudo comprobar cómo las gasta Mario. Ante Islas Feroe, en Torshavn, en partido valedero para la clasificación para la próxima Eurocopa, Balotelli fue suplente. Y mientras sus compañeros de selección trataban de ganar el partido, ‘SuperMario’ se pasó todo el partido jugando, como un escolar, con su recién comprado Ipad, ante la atónita mirada del seleccionador nacional, Prandelli, que no dio crédito y decidió no pensar en él como posible permuta. ‘Tampoco es tan grave, estaba pasando el tiempo’. Cuando recibió el ‘Golden Boy’, que premia al mejor jugador europeo menos de 21 años, ‘SuperMario’ también demostró que no tiene, digamos, un don natural para la diplomacia. ‘Sólo hay un jugador mejor que yo, Leo Messi. El resto están por debajo’. Después volvió a olvidar los consejos de su madre (profesionalidad, esfuerzo y sobre todo, humildad), para hacer gala de su particular sentido de la modestia: ‘¿Quién habría ganado este premio si no era yo?’. Alguien le sugirió el nombre de Jack Wilshere, una de las perlas del jardín de infancia de Wenger en el Arsenal, y Balotelli remató sus ocurrencias: ‘¿Jack quién? ¿Wils…qué? No le conozco, no sé quién es. Pero si jugamos contra el Arsenal, me acercaré mucho a él y así podré enseñarle el trofeo del Golden Boy, para que pueda verlo de cerca’. La rumorología, incesante cuando se trata de Balotelli, cuenta que, cuando se cruzó en el campo con Wilshere, el 45 del City (dorsal que le tuvo que ceder Greg Cunningham, una promesa del club) dio al jugador del Arsenal su más sincera ‘enhorabuena por participar’.

Sus actuaciones brillantes pero esporádicas, su carácter indomable, su tensa relación con sus compañeros de vestuario (peleas con Kolarov o Lescott) y sus continuos pulsos con su entrenador han conseguido que los hinchas del City le consideren ‘un animal especial’. La grada así lo reconoce: [‘Oooooo Balotelli, he’s a striker, he’s good at darts, an allergy to grass but when he plays he’s fuckin' class, he drives around moss side with a wallet full of cash!’*]. Recibe toneladas de cariño de la afición, aunque él, enfadado con la humanidad sin motivo aparente, como un rebelde sin causa, decidió no celebrar los goles. Preguntado acerca de por qué no festejaba los tantos que conseguía, ofreció una explicación surrealista para el periodismo, pero satisfactoria para los hinchas: ‘Los hinchas del City deben saber que cuando escucho que cantan mi canción, me provocan un fuego interior. No me hace sonreír por fuera, pero estoy sonriendo por dentro’. Más lágrimas que sonrisas ha provocado su relación con Mancini, que convive con un delantero que vive al filo de la navaja, que se toma su profesión de un modo singular y que lleva al límite sus relaciones personales. Confía en la calidad de Mario, pero no puede evitar sentirse desesperado por sus continuas payasadas: ‘Todos los días estoy peleando con Mario. Hay ocasiones en las que me gustaría darle un puñetazo’ (Balotelli respondió a su estilo: ‘No podría hacerlo. Hago Tahi-Boxing’). Eso sí, confía en su descomunal talento y en su potencial para alcanzar el campeonato porque ‘con él en el campo, cualquier cosa puede pasar. Pero ese carácter…’. Otro futbolista habría cedido ante las peticiones y reproches públicos de su entrenador y su club, pero Balotelli no es de esos. Él responde a todos y tiene para todos. Que se lo digan a Wayne Rooney, que tras anotar el gol del año de chilena para el United, tuvo que escuchar unas ‘cariñosas’ palabras del afro-italiano. ‘Wayne Rooney es un gran jugador de fútbol, pero no es el mejor jugador de fútbol que vive en Manchester’. O a Cristiano Ronaldo: ‘A este chico le diría que lo puedo hacer mucho mejor que él, la verdad’. Mancini, frustrado desde hace tiempo, trata de aceptarle tal y como es, con sus múltiples defectos, a pesar de que sus desencuentros, en público y en privado, se han convertido en una especie de ‘reality’ de la Premier League. Eso sí, Balotelli siempre ha puesto a Mancini por delante de Mou. ‘Como persona, Mancini está 10 kilómetros por delante de Mourinho, que decía muchas cosas sobre mí porque no podía controlarme. Mancini está haciendo lo que Mourinho no pudo hacer. Discutimos, pero siempre me apoya’. Padre, psicólogo, confesor, psiquiatra y entrenador, Mancini sabe que no hay nadie capaz de meter en cintura a Mario Balotelli, una estrella que presume de ello. Ambos están condenados a entenderse.

El Manchester City tampoco está precisamente feliz cuando tiene que lidiar con el comportamiento inestable y gamberro de Balotelli, una estrella que soluciona problemas al mismo tiempo que los crea. En su día tuvo que incoarle un expediente sancionador. Tenía motivos para hacerlo: días antes, mientras los juveniles del equipo ‘citizen’ estaban entrenando en la Ciudad Deportiva, ‘SuperMario’ se dedicó a lanzarles dardos, impactando varios de ellos en el cuerpo de los jugadores. El club admitió la irresponsabilidad del italiano en los hechos y le sancionó a través de un régimen de disciplina interno, aunque un portavoz aseguró: ‘Estamos convencidos de que Mario no quiso dañar a nadie con esto de los dardos’. Él lo ‘arregló’ a su manera. A lo Frank Sinatra, en My Way. Preguntado por su gamberrada, respondió: ‘Me aburría mucho’. Y como el aburrimiento tiene cura si existen amigos que ayudan, Balotelli recurrió a los suyos. Fue divertido al principio, pero se desmadró, como siempre, al final. El aburrido ‘SuperMario’ y cuatro de sus amigos se encerraron en la lujosa casa del futbolista y comenzaron a encender fuegos artificiales a través de una ventana abierta, en el baño de la vivienda. Las toallas, en un momento determinado, se prendieron y comenzaron a arder. En cuestión de segundos, el fuego se extendió por todo el edificio y ‘Locatelli’ y sus compinches tuvieron que salir de najas, asustados por el incendio. Dos dotaciones de bomberos tuvieron que sofocar el incendio, utilizandoun gran ventilador, dos mangueras y varios aparatos de respiraciónen los trabajos de extinción, apagando el fuego después de media hora de trabajo. Pero mientras su casa era pasto de las llamas y los bomberos se empleaban a fondo, un reportero de The Guardian fue testigo de la reacción de Balotelli. Penetró, a la carrera, en el interior de su hogar, que aún se consumía entre las llamas, para recuperar una maleta con pertenencias personales y un buen fajo de dinero. Con la pasta a salvo y días después, tras verse portada de los tabloides británicos por su penúltima travesura, declaró: ‘Juro que yo no le he prendido fuego a mi casa, fue un amigo’. Lo mejor del asunto llegó cuando el periodismo descubrió, con estupor, que el delantero del City había sido el elegido para protagonizar una campaña publicitaria… de prevención contra los incendios. La estrella menos ejemplar del momento, el menos indicado para prevenir la lucha contra el fuego y enviar un mensaje a los niños, se plantó delante de la cámara y con una sonrisa de oreja a oreja, exclamó: ‘Este es un mensaje muy importante para los jóvenes. Tienen que tener cuidado con los fuegos artificiales (sic), porque puede ser muy peligroso… si no se utilizan de una manera correcta’. 

Días después del incendio en su residencia, sita en Mottram St. Andrew, un residencial de lujo en el barrio de Cheshire, los vecinos detectaron la sospechosa actividad de un individuo que tenía ‘una pinta muy rara’ y que estaba sacando electrodomésticos de la casa, metiéndolos en el maletero de su coche. Llamaron a la policía y los agentes se presentaron de inmediato en el barrio. Cuando procedieron a la detención del sospechoso, la policía se llevó una buena sorpresa: el presunto ladrón era… Mario Balotelli. Había vuelto a su casa y estaba salvando algunas de sus pertenencias después del incendio. La confusión, por supuesto, fue primera plana de los diarios al día siguiente. Así que tras el fuego en su casa –él no quería, ‘fue un amigo’– tras convertirse en un poco creíble paladín mediático de la lucha contra los incendios y tras ser confundido con un ‘caco’, Balotelli zanjó la semana con un mensaje a la prensa. Lo hizo con una declaración de intenciones, una reivindicación, un desafío público para sus detractores. En un contexto sagrado (el césped), el punta del City volvió a demostrar que no sólo se siente único y especial, sino que no está dispuesto a cambiar, ni a enterrar su peculiar carácter. Friedrich Hebbel dijo que en este mundo ‘hay personas que se consolarían hasta del fin del mundo, con tal de que ser ellos los que pudieran anunciarlo’. Balotelli es ese tipo de persona. Después de que su equipo humillara al Manchester United en el derbi (1-6 en OldTrafford), ‘SuperMario’ dejó su huella tras marcar un gol y festejarlo, como si el mundo le debiera dinero, con una leyenda esclarecedora bajo su camiseta: ‘Why always me?’ (‘¿Por qué siempre yo?’).

Pues porque Balotelli tiene un don innato para estar en el sitio equivocado, a la hora equivocada y con gente equivocada. Como en junio de 2011, cuando ‘simplemente por curiosidad’, agrandó su leyenda urbana y su currículum de escándalos al visitar el barrio de la Scampia, en la periferia de Nápoles. Su visita acabó en el servicio de inteligencia italiano, que reportó un informe que decía así: ‘El jugador del Inter, Mario Balotelli, visto en Scampia con dos conocidos mafiosos, Salvatore Silvestri y Biagio Espósito’. Los carabinieri realizaron sus pesquisas y el asunto salió a la luz pública, aunque su agente Mino Raiola (famoso por sus gases verbales) se esforzó en disculpar la actitud de su representado: ‘No sabía con qué gente estaba charlando y tirándose fotos, claro’. Esa ‘gente’ son dos archiconocidos capos de la camorra napolitana, perseguidos por las autoridades. La versión de ‘Locatelli’, faltaría más, no tuvo desperdicio: ‘Hace poco había visto la película Gomorra y pensé que sería una buena idea pasarme por allí para ver qué pasaba en ese lugar. Al poco tiempo yo mismo pedí que nos fuéramos porque me di cuenta de que la situación podía ser peligrosa’. Otra situación comprometida llegó el día que el City conquistó la FA Cup ante el Stoke City (primer título celeste en 35 años), cuando Balotelli correteaba feliz por el césped de Wembley, despojado de su camiseta, con un repertorio de gestos y bromas a sus compañeros. Un periodista de la televisión británica le detuvo, a pie de césped, para recoger sus impresiones después de ganar su primer título en Reino Unido. ‘Locatelli’ fue directo al grano: ‘No he jugado nada bien esta temporada y hoy lo he hecho para el equipo. Podría decir que toda mi temporada ha sido una puta mierda ¿podría decirlo, verdad? Sí, una mierda’. Atónito, el periodista devolvió la conexión al plató y la cadena que poseía los derechos recibió cientos de quejas telefónicas por el lenguaje soez empleado por el italiano. Cuando le pidieron que rectificara los tacos que había empleado para definir su temporada, Balotelli entró en combustión: ‘¿Excusas, tengo que pedir excusas? Pedir perdón no sirve para nada’. Y no sirvió para nada porque, a pesar de la irritación de parte de la audiencia inglesa, ‘SuperMario’ se negó a excusarse.

Tampoco pidió perdón por una polémica entrevista para un canal italiano, donde no tuvo pelos en la lengua para dejar por los suelos la ciudad de Manchester: ‘No estoy contento en esta ciudad, no me gusta Manchester, es aburrida. Estoy bien con los chicos y con el entrenador, pero la ciudad no es de mi gusto’. De su boca no salió ninguna disculpa, a pesar de recibir numerosas peticiones de cientos de hinchas. Pero no se disculpó. Ni siquiera cuando varias asociaciones pacifistas le criticaron, abiertamente, por su vestimenta a comienzos de julio, cuando acudió a la Ciudad Deportiva de Carrington con motivo de un entrenamiento de pretemporada del City. ‘Balo’ se presentó luciendo una camiseta que glorificaba la violencia, cuyos dibujos plasmaban un mosaico compuesto por con una ametralladora, una pistola, un machete, un cuchillo y la boca de una niña sangrando. Gary Trowsdale dijo: ‘No me sorprenden este tipo de comportamientos tan reprobables en este chico’. Balotelli salió del embrollo con su particular sentido del humor. ‘Varios de mis compañeros me han preguntado por la tienda que vende la camiseta, no estará tan mal ¿no?’.

A caballo entre escándalo y escándalo, Balotelli también cultiva una veta personal menos conocida. Es un filántropo convencido, un personaje solidario con los más desfavorecidos. Colaborador de varias publicaciones destinadas a combatir el racismo (que tanto tuvo que sufrir en Italia, donde hinchas fascistas le coreaban ‘negro de mierda’) y financista de Médicos sin Fronteras, el delantero del City siempre tiene una sonrisa hacia los que no tienen una vida color de rosa. Destinó toda la recaudación de un spot televisivo como donación personal para construir una escuela secundaria en una aldea de Sudán (‘Así estos niñós tendrán una alternativa a las armas’) y visitó personalmente diferentes favelas de Brasil, adoptando a cinco niños en un proyecto que prevé la ayuda a más de cincuenta críos que, como él en su infancia, no lo tienen nada fácil para cumplir sus sueños. Su buena obra más conocida se produjo el día que, tras haber pasado la noche en el Casino y habiendo ganado una fortuna, decidió regalarle 1000 libras a un indigente que dormía protegido entre los cartones. O cuando decidió acompañar al colegio a un niño que sufría acoso escolar por parte de sus compañeros, a los que obligó a pedir perdón a su joven amigo.

Su vida sentimental es, si cabe, más agitada que la profesional. Ha mantenido tórridos romances con una Miss Italia (Emilia Melissa), con una conejita de Playboy (Sophie Reade) y con una modelo (Faye Evette), y todos han acabado como el rosario de la aurora, para disfrute del papel cuché. Con la exuberante Castagnoli rompió a través de un programa de televisión, con la conejita de Playboy acabó tras engañarla con su mejor amiga, Faye. Lo hizo a su modo, de manera directa, sin dar rodeos. A través de twitter: ‘Me voy de farra con Faye Evette hasta el próximo año’. Así es la rosa, así es el cardo, así es Balotelli. Su último idilio sonado fue el pasado noviembre, tras ser pillado, in fraganti, junto a Holly Henderson —una famosa actriz porno— a la salida de un hotel, fumando y riendo. Y eso que él se considera un tipo ‘muy celoso de mi vida privada’. Menos mal. Ahí radica su fobia por los periodistas, a los que considera los culpables de publicitar sus famosas y extravagantes correrías. ‘No me gustan los periodistas nada y difícilmente pierdo el tiempo hablando con ellos’. Su aversión hacia el periodismo es de tal calibre que hasta su familia la ha sentido en sus propias carnes. ‘Cuando discuto con mi hermana y no me da la razón, le digo: que sepas que hoy, para mi, eres un periodista. Y le retiro la palabra’. De hecho, si él pudiera, desintegraría al periodismo. Su opinión acerca de los que escriben sobre él no es precisamente buena: ‘Inglaterra está por delante del resto de países en estadios, pero muy a la zaga en cuando a sus medios de comunicación. Son basura’. Y punto.

Un día Balotelli encontró el sentido común y sorprendió al mundo cuando dijo: ‘Conozco a jugadores a los que les gusta ser el centro de atención. Yo era así, me gustaba la fama, pero eso sólo duró tres meses’. El sentido común le duró un par de días y ese ramalazo de autocrítica quedó reducido a cenizas tras airearse su historial automovilístico. Protagonista de varios accidentes desde que se sacó el carnet, Mario siempre recuerda sus incidentes al volante de una manera peculiar. ‘Cuando conseguí el permiso para quedarme en Inglaterra, mi madre me dijo que me comprara un coche… con el volante a la derecha. Yo, claro, seguí conduciendo mi coche, que tenía el volante… a la izquierda’. Después de su accidente —normal—, dijo haber aprendido la lección: ‘Ahora voy con más cuidado ¿eh? Y con el volante a la derecha, como dicen mis padres’. Unos padres que se quedaron en estado de shock al conocer, vía prensa inglesa, que su querido Mario acumulaba multas de tráfico por valor de más de 10 000 libras esterlinas y que la policía local le había retirado su Maserati de lujo más de 27 veces de las calles de la ciudad. Su permanente costumbre de aparcar en zona prohibida y su desinterés por recoger el coche del depósito después de que se lo llevara la grúa fueron atenuantes. Los problemas de Balotelli con las multas trascendieron cuando fue parado por la policía por estacionar su coche en doble fila y en una zona no habilitada, su norma de la casa. Al inspeccionar su vehículo, los agentes preguntaron a Balotelli cómo era posible que llevara escondido, en un compartimento del asiento delantero de su deportivo, un fajo de billetes de unas 25 000 libras. Al ser preguntado acerca de cómo era tan irresponsable de llevar tamaña cantidad de dinero ahí escondida, Balotelli personificó el significado de la palabra arrogancia: ’Porque puedo’.


Si a la arrogancia se le suma la visceralidad, todo resulta un coctel Molotov. Eso ocurrió cuando el Manchester Ciy cayó ante el Dinamo de Kiev, en un partido donde Balotelli lanzó una coz a la altura del pecho a Popov. ‘SuperMario’ fue expulsado con tarjeta roja directa y provocó un cabreo monumental de su entrenador, Roberto Mancini, que montó en cólera: ‘Cuando hace estupideces como la de esta noche, nos deja en mal lugar al equipo y a mí’. Pero la estupidez fue a mayores una vez acabado el partido, cuando Balotelli arrancó su coche para dar una vuelta. Entonces, al ver que algunos hinchas del Dinamo le increpaban y le gritaban, ni corto ni perezoso, salió disparado de su deportivo y decidió perseguirlos para pegarles una buena paliza. Tuvieron suerte, Mario no tenía muchas ganas de correr… Aunque si considera que tiene que esprintar por alguna buena causa, lo hace. Que se lo digan a su compañero Sergio ‘Kun’ Agüero, que durante un partido trató de ajustarse los cordones de las botas y dejó sus guantes, por un segundo, en el césped. Balotelli, testigo de excepción, comprendió que ese sí era un buen momento para correr. Esprintó, se colocó a la altura de ‘Kun’ y aprovechando que éste no miraba, le robó los guantes y corrió hacia el otro extremo del campo, para enfundárselos mientras no paraba de vacilar al argentino, provocando las carcajadas de buena parte del público y de la prensa inglesa, que escenificó la broma de Balotelli en un vídeo que se emitió al finalizar el partido. Faltaría más, su travesura fue lo más descargado de la semana en la Premier.

La penúltima de Balotelli llegó a finales de la pasada semana, cuando la emprendió a golpes con su compañero de equipo, el defensa Micah Richards, durante un entrenamiento, teniendo que ser separado por el resto de los jugadores del City. Después del intercambio de puñetazos, Mancini se dirigió a Balotelli parafraseándole: ‘¿Why always you?’ (¿Por qué siempre tú?). Minutos después, ante la prensa, el entrenador italiano decía: ‘Balotelli es el rey de este tipo de situaciones, tiene imán para los problemas, pero ya está todo olvidado y se ha dado la mano con Micah’. La versión del incidente por parte de ‘Locatelli’ fue digna de un niño de siete años: ‘Nos dijimos algunas cosas y yo estaba muy enfadado. Micah no me pasaba la pelota’. Tras la escaramuza, a mediados de diciembre y como cada año, el Manchester City celebró su habitual cena de disfraces en Navidad. A la cita, en una céntrica sala de fiestas mancunian, acudieron Agüero (disfrazado de Harry Potter), Manicini (como Ozzy Ousbourne), Joe Lescott (caracterizado como Iron Man), Owen Hargreaves (Batman) o Gareth Barry (con un disfraz de ¿Dónde está Wally?), que causaron sensación entre los presentes por sus originales disfraces. Balotelli llegó tarde. Bajó de su flamante deportivo, se protegió de la fina lluvia de la noche con un paraguas y entró en la sala disfrazado de bandido del lejano Oeste, con un pañuelo tapándole la boca. ‘Todo el mundo sabe quién es el pistolero más rápido, acaba de llegar a la fiesta. Pero tranquilos, no he traído la pistola’. Algunos respiraron aliviados. Otros le insistieron: ‘Nada de fuegos artificiales, haz el favor’

Amado y odiado, Balotelli ha irrumpido en el fútbol como un elefante en una cacharrería. Es un tobogán de show y goles, una montaña rusa de pasiones encontradas y el dueño de un cerebro del tamaño de un guisante. Un ‘bad boy’ con pose de maldito y genio, que se ha ganado, con sus payasadas y extravagancias, la condición de ídolo y fetiche de buena parte de la comunidad de los hinchas del planeta. Filippo Rizzi, uno de los mejores periodistas italianos de la actualidad y columnista de La Gazzetta dello Sport, define a Balotelli como ‘un crack con una infancia complicada y una cabeza amueblada de fantasmas. Es un talento con enorme pasión por la autodestrucción’. Guillermo Uzquiano, referente de Canal Plus y comentarista de Estudio Estadio, considera que estamos ante ‘un talento que quizá no tenga tantas condiciones como se le atribuyen, pero tiene esa estrella y esa impronta que tienen los cracks’. Guillem Balagué, una eminencia en el periodismo británico, colaborador del diario As y de Sky Sports, cree que Balotelli es ‘un genio que sólo entiende de lo suyo. Es un futbolista-tuit, de sólo 140 caracteres. Es un talento en una cajita, sin visión de grupo, como el brasileño Ronaldo’. Gaby Ruiz, experto en fútbol internacional en Canal Plus y uno de los periodistas más reputados del país, etiqueta a ‘SuperMario’ como ‘un delantero rápido, potente, técnico y veloz, con gran disparo. Un rebelde sin causa. Parece que la vida le debe algo’. Y Julio Maldonado, Maldini, el gurú del fútbol internacional de Canal Plus, piensa que ‘es muy complicado saber hasta dónde llegaría si disfrutase más con el fútbol. Balotelli nació enfadado con el mundo, pero tiene un talento descomunal’. Mientras su hermano Enoch intenta pasar el corte en el Stoke City (‘Mi hermano va a ser bueno, pero no tanto como yo’), Mario está convencido de que 2012 será el año de su explosión definitiva. Si el rey es Messi, él se autoproclama el príncipe. El de los goles y las extravagancias. Dentro y fuera de los terrenos de juego. Con el 45 a la espalda y un ego del diez, se autodefine como un hombre que ha alcanzado la cima: ‘Estoy en el ‘top’ mundial, no puede ser de otra manera. ¿Qué esperaban? Soy Mario Balotelli’.

Artículo original en: http://www.jotdown.es/2011/12/ruben-uria-balotelli-principe-de-la-extravagancia/

domingo, 18 de diciembre de 2011

Juego de tronos

(11.30h- Telecinco-  Santos vs FC Barcelona)

En unos instantes dará comienzo la final del Mundial de Clubes. El Fútbol Club Barcelona buscará levantar el segundo trofeo intercontinental de su historia y quinto título del año 2011. Enfrente estará el Santos de Ganso y Neymar, empeñados en demostrar el infravalorado nivel del continente americano. Los blaugrana llegan con el papel de favorito a priori. El Santos con la ilusión de ser el nuevo equipo brasileño que le arrebate un título a los culés (Sao Paulo e Internacional de Porto Alegre ya les vencieron en 1992 y 2006). El Barça con la preocupación del aún reciente jet-lag y las lesiones de Villa y Alexis. La escuadra 'peixe' sin embargo, ha tenido más tiempo para preparar la competición y saldrá con la convicción de que este Barça no es invencible. Ambos equipos se disputan el trono mundial a nivel de clubes. 

El otro duelo que podemos disfrutar tiene a Messi y Neymar como protagonistas. La 'pulga' desea demostrar una vez más que es no hay nadie mejor en el mundo y posiblemente no lo ha habido en todos los tiempos. El 'gallo' llega a la cita mundial como aspirante a ser el mejor jugador del mundo en poco tiempo. Rey y heredero se retan por el trono. Todo listo en Yokohama para disfrutar de un interesantísimo juego de tronos.


by Rubens

sábado, 17 de diciembre de 2011

¿Funeral en La Catedral?

(20h-GolTV / C+Liga-  Ath.Bilbao vs Zaragoza )   
                                          
Familiares y seres queridos ya están preparados para lo peor. La salud del enfermo se agravó hace una semana, tras pasar  una de los peores noches que se recuerdan. Las probabilidades de mejora se van reduciendo conforme van pasando las semanas. Dicen que el cáncer detectado desde hace unos años se está extendiendo por todo el organismo, y que esta noche se puede adelantar el certificado de defunción. A sus 79 años, nuestro Real Zaragoza se juega la vida de nuevo en San Mamés

Si hay algun atisbo de esperanza, es debido a las destacadas actuaciones de los jovenes jugadores que están teniendo más minutos en los planes de Aguirre. Edu Oriol saldrá de inicio por primera vez en la temporada, premio a su buen trabajo recientemente. En la otra banda Juan Carlos seguirá luchando por demostrar, una jornada más, que es un diamante en bruto, y que debe contagiar con su calidad al resto del equipo. 
Pero si la ilusión zaragocista corre por las bandas, la cruda realidad la encontramos en la zaga del equipo. El entrenador mexicano saldrá de nuevo con Juarez y Paredes en los laterales, demostrando una fe inquebrantable en dos defensores que partido a partido se empeñan en hacerlo peor. El húngaro Adam Pinter acompañará a Lanzaro en el centro de la defensa tras la "desgraciada" lesión de Mateos.
Antonio Tomás y Ponzio ocuparán el centro del campo, bien cerca de la línea defensiva para cerrar espacios al juego de toque del Athletic. El 'vasco' Aguirre quiere más que nunca abrigar al equipo y renunciar al balón. Desea combatir el buen fútbol del Athletic con menos fútbol. Jugar cerca de la meta de Roberto y aprovechar mediante contraataques la velocidad del equipo
Para conseguir un resultado positivo habrá que convertir las pocas ocasiones que se dispongan, y los encargados de esta tarea serán Lafita y Helder Postiga. No llegan en su mejor momento pero tienen que apretar porque peligra su titularidad tras la aparición de Jorge Ortí en el equipo. El canterano espera disponer de minutos después de marcar en Alcorcón en la eliminatoria copera. 

Aunque si el otro día no se pudo ganar a un mediocre Alcorcón, hoy no será fácil doblegar a un histórico como el Athletic Club. El equipo de Marcelo Bielsa está demostrando que es un grandísimo equipo a pesar de sus altibajos en Liga. Mientras en Zaragoza se habla de concursos, suspensión de pagos, deudas y desapariciones, en Bilbao se están recogiendo los frutos de un gran trabajo con la cantera. Lezama es una universidad del fútbol y cada años surgen nuevos futbolistas de las categorías inferiores. Y si no llegan grandes jugadores el Athletic dispone de una economía lo suficientemente saneada para fichar jóvenes prometedores. El último fue Ander Herrera, que dejó al Real Zaragoza sin una gran dosis de calidad imprescindible en cualquier equipo. Aunque esto sirvió para que la deuda no asfixiase la economía del club. Quizás Ander marchó hacia la ciudad dónde nació con la maleta llena de impotencia. Esa impotencia que se siente al ver que el club de tu vida se está muriendo y tú no puedes remediarlo. Impotencia de jugadores, aficionados y de toda una ciudad. Impotencia de que un cáncer llamado Agapito esté acabando con la vida de un club histórico. Esperemos que hoy se retrase el funeral.

by Rubens

jueves, 15 de diciembre de 2011

¡Puxa güaje!

La palabra asturiana "güaje" tienes dos significados en castellano. En primer lugar es un símil de niño, chiquillo, chaval trasto o inquieto falto de experiencia. Por otro lado se refiere al ayudante minero, al peón imprescindible, a esos jovenes adolescentes que auxiliaban y llevaban agua a los picadores de las minas. Así pues, David Villa Sánchez, hijo y nieto de mineros, fue apodado "el Guaje" desde sus inicios en el Langreo.

Mi primer recuerdo de David Villa se remonta a mayo del 2003, cuando el campeonato de liga estaba a pocas jornadas de finalizar. El Real Zaragoza estaba padeciendo un duro año de sufrimiento en la Segunda División. Habían pasado 25 años desde su último descenso a la categoría de plata y el aficionado maño no sabía cuanto tiempo permanecería sin ver el mejor fútbol de primera. El Sporting visitaba La Romareda en un partido clave en la recta final del campeonato. El asturiano ya nos había marcado en la primera vuelta en el Molinón, así que su nombre ya empezaba a sonar a la gente a pesar del desconocimiento que se tenía de los jugadores de Segunda.

David Villa, mostró en aquel partido que era un jugador especial, de esos capaz de volver loca a toda una defensa. Guerrillero, rápido, luchador, el Guaje comenzaba a demostrar sus mejores cualidades. Y cómo no, su olfato de gol. Anotó desde el punto de penalti un tanto más para su cuenta goleadora, consiguiendo 41 tantos en sus dos primeros años como fútbolista profesional. Aquel año el Real Zaragoza consiguió el ascenso y David Villa se convertiría en nuevo delantero del conjunto maño. El traspaso se hizo efectivo por 3 millones de euros y la cesión de Mate Bilic al Sporting.

No serían fáciles los comienzos para el Guaje en La Romareda. El impaciente aficionado zaragocista pedía goles al delantero asturiano. No bastaba verle generar jugadas constantemente, ni tan siquiera se le permitía que los postes le repeliesen sus disparos en cada partido del inicio liguero. El socio del Real Zaragoza siempre ha sido exigente, y además, estaba acostumbrado a disfrutar de grandísimos delanteros en la última década. Esnaider, Morientes o Milosevic le habían dejado el listón alto, pero Villa no defraudó a la afición y acabó metiéndose en el bolsillo a toda una ciudad. David Villa llevó en volandas a aquel equipo recién ascendido, y 7 meses después con un gol suyo, consiguió la Copa del Rey en una final histórica ante el Real Madrid más galáctico. Poco después,Luis Aragonés le llamó para debutar con la seleccion nacional. Pocos sabían que aquel chaval acabaría tomando el relevo de otro histórico "7".

El ascenso en su vida profesional era imparable. El gran jugador se convirtió en estrella tras su fichaje por el Valencia. La Champions League sería un gran escaparate para el asturiano, y en Liga seguía con unos números de escándalo. Pocos delanteros en la historia han superado la quincena de goles durante diez años consecutivos. Ninguno ha marcado tantos goles como él con la Selección Española. Goles que han servido para levantar una Eurocopa y un Mundial que hace años nunca imaginábamos ganar.

 

Con esta trayectoria y estos registros Real Madrid, Chelsea y Barcelona llamaban a su puerta. Finalmente acabó por 40 millones  en la ciudad condal, donde ha demostrado que es un jugador grande para un club grande. Pep le pegó a la banda izquierda para que el equipo girase en torno a Messi, por un beneficio colectivo del equipo. Y aquí Villa demostró su grandeza adaptándose al equipo y a las órdenes del míster. Un golazo en la final de Londres rubricó otra excelente temporada, levantando Liga, Champions y las dos Supercopas. Juega con los mejores del mundo y el cabeza de ratón pasó a ser cola de león. Menos participativo en los goles del equipo, el asturiano sigue siendo una buena alternativa para Guardiola. Los goles volverán pero un sector de la prensa y público ya le ponen el cartel de 'se vende'. Y más aún después de su grave lesión de tibia. Pero así como los valientes mineros necesitan a sus guajes, selección y Barça necesitan a David Villa, al mejor guaje que siempre ha garantizado trabajo, compromiso y muchos goles


by Rubens


martes, 13 de diciembre de 2011

La pantera de Surinam

29 de noviembre de 1992. Clarence Seedorf con tan sólo 16 años se convierte en el jugador más joven de la historia del Ajax de Amsterdam en debutar con el primer equipo.  Jugó tan sólo tres años en el club holandés, suficientes para ganar dos Campeonatos de Liga, una Copa de los Paises Bajos y una Champions League. Con 18 años debuta con la selección holandesa y si no hubiese renunciado a las últimas convocatorias posiblemente estaríamos hablando del jugador con más partidos internacionales a sus espaldas.

Fue pieza fundamental de aquella generación de adolescentes que ganó una final de Liga de Campeones al todopoderoso Milan de Fabio Capello. El equipo rossonero jugaba su tercera final consecutiva de  Champions League y contaba en sus filas con grandísimos jugadores veteranos como Costacurta, Baresi, Desailly, Boban ... Los maestros se medían a los alumnos. Sin embargo, el joven equipo dirigido por Louis Van Gaal, se llevó la "orejuda" gracias al único tanto de un jovencísimo Patrick Kluivert a pase de Rijkaard. Fue el fin de un ciclo, otro comenzaba. Una nueva generación de jugadores surgía en Holanda, pero Clarence hizo las maletas rumbo a Génova. La Sampdoria se había fijado en él, y el Ajax le vendió demostrando así que siempre ha sido un club vendedor. Una fábrica de talento que después lo reparte por toda Europa. Ahí comenzó a forjarse la leyenda de el eterno viajero.


Sólo permaneció un año en el calcio italiano. El Real Madrid pagaría 5 millones por el holandés. El club blanco comenzaba un nuevo proyecto con Fabio Capello al frente. El italiano pidió  expresamente el fichaje de aquel joven centrocampista con rastas que  ya se enfrentó a él en la final de Champions de 1995. Aunque tenía tan sólo 20 años iba a demostrar su veteranía en las dos temporadas que jugó en Chamartín. No es fácil para ningún jugador llegar tan joven al Real Madrid, pero Clarence siempre ha tenido la cabeza bien amueblada. Ningún futbolista permanecería 20 años en la élite si no tuviera un buen físico y mejor mentalidad. Lo ha demostrado a lo largo de su carrera en momentos delicados. Seedorf triunfó en el Real Madrid ganando Liga y Champions en dos años. Pero a pesar de ser muy querido por los aficionados blancos fue vendido por 24 millones de euros al Inter de Milán.

De vuelta a Italia, quizás pasó sus peores años a nivel profesional. El club nerazzurro no le ofrecía garantías de luchar por los mayores objetivos para aumentar su gran palmarés, así que después de tres campañas en el Internazionale fue traspasado al eterno rival, dónde finalmente echó raíces. Aquí volvería a levantar dos Champions League, además de dos Scudettos, una Copa de Italia, dos Supercopas de Italia y dos de Europa y un Mundial de Clubes. Nadie en la actualidad tiene semejante palmarés a nivel de clubes.

Una década más tarde, "la pantera de Surinam" sigue vistiendo la elástica milanista. Aquel joven alumno que se enfrentó a los maestro rossoneri en 1995 es quién imparte ahora las lecciones en San Siro. Clarence Seedorf, una leyenda viva.



by Rubens


lunes, 12 de diciembre de 2011

Brillar en la oscuridad

"Si yo fuera jugador de fútbol actualmente me gustaría parecerme a Busquets". Así zanjó Vicente del Bosque el debate que surgió tras los primeros partidos del Mundial de Sudáfrica.  España no practicaba su  mejor fútbol y comenzó la liguilla con una sorprendente derrota frente a Suiza. Gran parte de la prensa señaló a Busquets como pieza prescindible de aquel equipo para que mejorase el juego de la Selección. Pero Del Bosque, lejos de dejarse influenciar por la prensa, hizo estas declaraciones de total apoyo al de Badía del Vallés. 20 días más tarde, como todos sabéis, España se proclamó Campeona del Mundo por primera vez en su historia. Gran culpa de aquel éxito fue de Sergio Busquets "el pulpo de Badía", pero hay mucha gente que aún no lo sabe. De parte de todas esas personas... gracias.

Y gracias, una vez más, por el recital del sábado en el Santiago Bernabeu. Como de costumbre, "Busi" no copará las portadas de los diarios, no veremos su influencia en el juego en ninguno de los resúmenes con las mejores jugadas, y por supuesto, no estará en ninguna lista para ganar el Balón de Oro. Si alguien quiere disfrutar de nuevo de su partidazo lo tendrá que ver íntegro, no queda otra.

Cuando más atascado estaba el Barça, él fue el único que puso serenidad para empezar las largas posesiones a las que estamos acostumbrados. Guardiola le retrasó unos metros de su posición natural para que ayudase en determinadas ocasiones a la defensa de tres. Genial en las coberturas a Abidal y a Piqué cuando era necesario. Genial también en su faceta de "pulpo" robando balones. Sea como central postizo o como tapón del mediocampo estuvo espléndido. Él es quien da equilibrio al mejor equipo de todos los tiempos, gracias a su inmejorable nivel táctico y a la sencillez a la hora de dar salida al balón. Estuvo brillante, una vez más sin deslumbrar.

Tras la victoria azulgrana, Pep Guardiola, dejó una frase que resume la filosofía del Barça en los últimos años. "I have the ball, I pass the ball. We have the ball, we pass the ball". Este es el idioma que habla el Barça, lo saben de memoria. Es el idioma que habla Sergio Busquets y lo habla a la perfección.


by Rubens

martes, 6 de diciembre de 2011

Doctor Sócrates

"Sócrates, casi dos metros y calza un 37" , mi padre decía cuando yo tán sólo era un crío. Siempre que salía a relucir el tema del tamaño de los pies mi padre nombraba aquel jugador que yo nunca vi jugar. Cuando discutimos sobre quién ha sido el equipo que mejor fútbol ha practicado mi padre no duda, Brasil del 82, aunque no ganase nada. Me hubiese encantado ver jugar a aquella canarinha de Falcao, Toninho Cerezo, Zico, Junior o Eder, pero sobretodo a Sócrates, seguramente para discutirle una vez más que no era para tanto, aunque si lo fuese. Mi padre sentía devoción por el Doctor, y ahora tras la muerte del brasileño lo entiendo todo.


Porque al parecer estamos hablando de esos jugadores diferentes, capaces de revolucionar el fútbol y lo que no es fútbol. Después de leer diferentes artículos sobre su vida y logros me doy cuenta que este tipo de futbolistas son esenciales para el deporte rey, pero más aún para la sociedad. Jugadores que usan el gran altavoz de ser futbolista para cambiar las cosas, para luchar contra las injusticias sociales, para vivir en un país mejor dentro de un mundo mejor. Son jugadores en peligro de extinción.

Por eso, sin apenas verle jugar, sin haber disfrutado de su fútbol, le rindo este pequeño homenaje a un futbolista diferente, Doctor Sócrates.


Artículos de lectura obligatoria

"Sócrates, doctor en democracia"- Rubén Uría- http://es.eurosport.yahoo.com/futbol/ruben-uria/article/31045/
"El fútbol presocrático"- Martí Perarnau- http://martiperarnau.blogspot.com/2011/12/el-futbol-presocratico.html
"Adiós, doctor"- Juan Carlos Crespo- http://www.lawebdefutbol.com/2011/12/adios-doctor.html




by Rubens